Tiempo de recambio
Todos nos enamoramos de Fonseca, pero ¿hay más? Claro. Y mejor en el ranking, incluso. Sin tanto marketing, varios jugadores tienen potencial de sobra para sentarse en la mesa chica.
El mundo del tenis se enamoró muy rápido de Joao Fonseca. Con apenas 18 años, ganador de la Next Gen, golpes explosivos de ambos lados, un par de buenas victorias en torneos grandes, un título y mucha proyección. Y está bien. Es una verdadera perla marketinera, todavía por pulir. Incluso ya desde junior viste la marca “ON”, cuya primera cara visible fue nada menos que Roger Federer.
Así como Fonseca encarna el presente de esa apuesta juvenil, también empieza a asomar su posible sucesor en esto de ir marcando a los talentos del futuro. Suizo, revés a una mano, campeón de un Grand Slam en juniors, salto al número 1 del ranking juvenil y empuña una Wilson... ¿les recuerda a alguien? Sí, claro. El enorme RF también lo apadrina.
Se trata de Henry Bernet, quien apenas tiene cuatro actuaciones en el circuito profesional: dos M25, un Challenger y la qualy del ATP 500 de Basilea. Aunque aún no ha superado la barrera del puesto #750 del ranking, ojo: ya cuenta con victorias ante dos Top 200, como Fabio Fognini y Juan Pablo Varillas.
Pero, ¿por qué quemar etapas nosotros también, no? Es cierto que estos chicos tienen futuro y que, en su debido momento —cuando la formación y el crecimiento físico y deportivo se lo permitan—, pegarán el salto definitivo para enfrentarse cara a cara con los mejores. Entonces, mejor hablemos del presente, que también tiene mucho para destacar.
Las últimas dos décadas, salvando alguna excepción, fueron dominio absoluto del Big 4. La curva descendente de tres de ellos —que culminó en sus retiros— dejó en soledad a Novak Djokovic, quien hoy en día parece falto de motivación por la ausencia de sus grandes némesis o, tal vez, también haya entrado en esa espiral hacia el adiós.
En los últimos años, varios intentaron —o, mejor dicho, desde los medios se intentó— convertirse en el nuevo Big 3. Se sucedieron varios nombres. Medvedev y Zverev primero; Sinner y Alcaraz después, quienes más acapararon la escena. Pero están lejos del control absoluto del circuito que ejercían aquellos otros monstruos. Y eso abre puertas.
Cada vez son más los que se animan. Y más aún al ver la actualidad de los líderes del ranking. Sinner, el más sólido en cuanto a resultados, está envuelto desde hace más de un año en un embrollo vinculado al doping. Alcaraz, con chispazos y grandes títulos, confesó que por momentos juega más para la gente, que se centró más en la estadística que en el tenis y que lo superó la presión de tener que alcanzar el número uno ante la ausencia del italiano.
Medvedev se encuentra hundido en una increíble irregularidad: fuera del Top 10, sin títulos desde hace casi dos años (Roma 2023) y sin finales desde hace 14 meses (Indian Wells 2024). Y Zverev, poniendo excusas insólitas por su cadena de derrotas, arrastra un récord de 6-6 tras la final del Australian Open. Otro al que, parece, le pesó en la espalda la responsabilidad de tener que ir a la caza del número uno.
Y entonces aparecieron otros jugadores en escena. No vamos a hablar de Fritz, Tsitsipas y Ruud, por ejemplo: ellos ya están consolidados. Tampoco de Lolo Musetti, quien por fin está plasmando en cancha todo lo que viene avisando desde hace años. Aunque sí nos damos una licencia para mencionar a Jack Draper, hoy N°6 del mundo. Si usted es fanático del tenis o seguidor del circuito, lo conoce, claro. Pero no pasamos por alto que hace un año estaba fuera del Top 50 y que, a fines de 2023, convivió unas semanas más allá de los 100 mejores del mundo.
El zurdo británico de 23 años tendrá que acomodarse a este nuevo estatus de jugador top. Habrá que ver cómo lo defiende. Esta temporada marcha con un récord de 13-4, con octavos de final en Australia, final en Dubái y título en Indian Wells, donde les ganó a Fonseca, Brooksby, Fritz, Shelton, Alcaraz y Rune, cediendo solo un set ante el español. Nada mal. Y el año pasado lo había cerrado con cuartos en Cincinnati, semifinales en el US Open y título en Viena.
Abran paso: Jack defiende segunda ronda en Madrid y Roma, y primera en Roland Garros.
Estamos en Montecarlo y, por supuesto, no vamos a dejar de lado a Arthur Fils. El francés de 20 años está en su prime. Hace más de un año y medio que no sale del Top 50 y ahora, a través de su potencia de piernas y su delicioso revés, se mete dentro de los mejores 15 del mundo, siendo el único jugador en 2025 en alcanzar los cuartos de final en cada uno de los Masters 1000.
Y atentos a esto: solo dos jugadores lo lograron antes de los 21 años. Y apenas dos lo consiguieron en las últimas dos temporadas. Fils comparte esas marcas con Rafael Nadal y Jannik Sinner. Sólido.
Con victorias ante Musetti, Tiafoe, Zverev y Rublev en el año, tampoco defiende muchos puntos en la gira sobre clay: unos cuartos de final en el Conde de Godó y primera ronda en Madrid y Roland Garros. Top 10, allá vamos.
El tercero que vamos a convocar en esta “sección” de nombres a seguir en el año es Jakub Mensik. Seguro ya lo tiene en el radar por haber ganado el título en Miami con apenas 19 años. El checo recién ahora ingresó en el Top 50, pero lo vamos a escuchar mucho. Muchísimo. Se va a cansar de escucharlo. Con un juego agresivo, golpes rápidos y potentes, y un gran servicio, Mensik se cargó en este 2025 —entre sus 14 victorias— a Shelton, Ruud, Draper, Fils, Fritz y Djokovic.
Si usted es old school y lo ve jugar, va a tener automáticamente un flashback a otro jugador de su nacionalidad: Tomas Berdych. Y atención con esto: defiende un puñado de puntos de acá ¡hasta fin de año! Si el físico lo acompaña, es otro que va a andar coqueteando con el Top 15 esta temporada. Y de ahí, para arriba.
“Quizás al hablar mucho de Fonseca la gente se olvida de Mensik. Tienen la misma edad. Tien, también. Todos estos jugadores son muy jóvenes, pero tienen un ránking tan bueno como Fonseca. Son tan buenos como él", explicaba Djokovic al inicio de Miami, diez días antes de enfrentarse al checo en la definición del segundo M1000 del año.
Al otro que mencionó el bueno de Nole fue al zurdo estadounidense Learner Tien, hoy 69° del mundo y verdugo de Zverev en Acapulco y de Medvedev en Australia. Otro para tener muy en cuenta.
Y si dejamos por un rato a los NextGen y retrocedemos un par de años en el radar, aparece Alejandro Davidovich Fokina, otro que está brillando en Montecarlo. El español de 25 años llegó a ser N°21 del mundo hace dos temporadas, pero cuestiones físicas y algún que otro cimbronazo mental —como el que también vivió esta semana— lo relegaron un poco. Hoy es Top 10 en el ranking anual, apoyado en los octavos de final en Australia, las finales en Acapulco y Delray Beach, y su gran actuación en terreno monegasco, con triunfos destacados ante Shelton y Draper. Y atención con esta estadística: su récord ante Top 50 en 2024 fue de 3-16 (15.8%). En 2025, lo dio vuelta por completo: 12-5 (70.6%).
También tenemos a Alexei Popyrin. El australiano parece haber despertado por estos días, con sus primeras victorias del año ante jugadores Top 20. Les ganó en fila a Ugo Humbert, Frances Tiafoe y Casper Ruud, el único tenista con más de 100 triunfos sobre clay desde 2020 (lleva 117). Entre sus credenciales, Popyrin guarda el título del M1000 de Canadá del año pasado, aunque nunca fue Top 20. Por ahora, un oasis en su carrera. Pero tiene con qué escapar del cartel de One-Hit Wonder y llenar su repertorio con buenas canciones.
La lista podría ser aún más larga con otros nombres que orbitan entre el Top 20 y el 50. No sería descabellado verlos dando golpes de autoridad en torneos grandes a Tomas Machac, Sebastian Korda (ya con dos semis de Masters 1000), Brandon Nakashima, Alex Michelsen o Flavio Cobolli, quien parece haber reencontrado su tenis hace apenas unos días en Bucarest.
El circuito vive un momento cambiante. Con muchos nombres fuertes que se fueron y otros tantos que apenas empiezan a asomarse. Pasamos de una rutina de apellidos repetidos cada semana a una montaña rusa de apariciones rutilantes. ¿Jugadores buenos? Hay de sobra. Falta apenas que empiecen a traspasar la pantalla, a ofrecer algo más. Que contagien al público. Como lo hizo Alcaraz hace unos años. O como lo logra hoy Fonseca, incluso sin haber entrado aún al Top 50. Fils, Mensik, Nakashima… Vengan, súbanse, que todavía queda lugar en el tren.